Un poco de música

miércoles, 21 de diciembre de 2011

El tributo de la Moneda de Masaccio


El pago del tributo o El tributo de la moneda es otra obra característica del renacimiento, pues contiene una de las escenas más famosas de los frescos pintados por Masaccio, está situada en el  compartimento superior del lateral izquierdo de la capilla Brancacci.  

Masacio tiene un estilo dominado por el realismo y la sobriedad, por la solidez formal y sus efectos de luz. Se le emparenta en cierto modo con Giotto, si bien en Masaccio no falta el aporte intelectual y humanista de los grandes pioneros del Quattrocento.
El tributo de la moneda representa uno de los episodios de la llegada de Jesús con sus apóstoles a Cafarnaum,  narrado por San Mateo, en él se cuenta el milagro que se produce cuando el recaudador de impuestos exige a Jesús el pago del impuesto del tributo. Éste  pide al apóstol Pedro que saque la moneda con la que pagarlo, del vientre de un pez que tenía que pescar en el río que se ve en la escena, hecho que definitivamente ocurrió.

Masaccio representa en un solo espacio tres acontecimientos sucesivos. El fresco yuxtapone tres escenas del Evangelio según Mateo que se desarrollan en el tiempo y que aparecen unidas mediante  gestos.

En el centro del fresco aparece Jesús rodeado por sus discípulos. En este acto se aprecia que el cobrador, de espaldas, con una túnica roja, pide el pago del impuesto, mientras que  Jesús ordena a Pedro, con un gesto que el apóstol repite, lo que ha de hacer.
A la izquierda del cuadro se observa el milagro propiamente dicho, pues vemos a Pedro de rodillas extrayendo la moneda tragada por un pez del lago Tiberíades. Finalmente, a la derecha de la escena, en el grupo principal, sobre un fondo arquitectónico, se ve a San Pedro entregando la moneda al recaudador.

Conviene destacar la expresividad de los rostros, que aportan una tremenda sensación de realismo, reforzada por los gestos. Al ubicar al recaudador de espaldas, el maestro intenta involucrarnos enl a escena y hacernos partícipes del episodio, esto también lo consigue mediante la atenta mirada de los personajes ya que esas miradas invitan al espectador a ser testigo de lo que va a suceder, del milagro que va a ocurrir.

Los personajes aparecen envueltos en sencillas vestiduras y sorprenden por su sensación de vlumen que les dota de una fuerza extraordinaria. Si a esta fuerza volumétrica les unimos los gestos grandiosos que en forma teatral muestran los personajes, el resultado es majestuoso.

La luz inunda la composición, resaltando los colores empleados. Estos colores sirven para dar efecto de perspectiva a la obra colocando los más cálidos en primer plano y los más fríos al fondo y contribuye al efecto volumétrico de los personajes, interesándose Masaccio por la anatomía, como se observa en las piernas del recaudador mientras que los apóstoles ocultan sus cuerpos bajo pesadas túnicas.

Toda la composición aparece enmarcada en un fondo de montañas esquemáticas con algunos árboles, de clara influencia del pintor florentino, Giotto. El contraste paisaje-arquitectura hace que la escena se amplíe. Las cuestiones compositivas están resueltas siguiendo los dictados matemáticos de la perspectiva que había enunciado Brunelleschi, lo que resultó ser totalmente revolucionario para el mundo de la pintura.

Las figuras aparecen pintadas líneas suaves y presentan una gran naturalidad que las aleja de la rigidez medieval. Frente al refinamiento de otras escuelas y pintores (pensemos en “El matrimonio Arnolfini” de Van Eyck, por ejemplo), Masaccio opta por las soluciones sencillas, austeras e incluso angulares que de nuevo nos vuelven a remitir a Giotto, en un intento por recrear fórmulas clásicas.

Indagando un poco he encontrado varios significados que se otorgan a la obra. Sin embargo un ha llamado mi atención y es el que aquí os dejo: la relación del significado con el comitente, pues muchos han querido ver en la segunda figura de la derecha, en el grupo central, un retrato de Felice Brancacci.

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